Por José Raúl Ramírez Valencia
Jueves segunda semana del tiempo ordinario. Año impar
El evangelio del día de ayer relata cómo Jesús, al entrar en la sinagoga, curó en sábado a un hombre con la mano paralizada. Este gesto provocó incomodidad en los fariseos y herodianos, quienes lo veían, sentían y escuchaban como un extraño que desafiaba su orden establecido. Sin embargo, no solo ellos se sintieron extrañados por Jesús; Él también quedó sorprendido por la dureza de sus corazones. Una vez que salieron de la sinagoga, fariseos y herodianos conspiraron juntos para acabar con Él. Paradójico: Jesús, haciendo el bien, se sintió un extraño en la sinagoga ante quienes representaban lo político y lo religioso.