sábado, 5 de abril de 2014

HOMILIA QUINTO DOMINGO DE CUARESMA CICLO A

LA MUERTE: REALIDAD QUE ABRE LA GRAN REALIDAD.

Por Pbro. José Raúl Ramírez Valencia  


Ezequiel 37, 12-14
San Pablo a Romanos 8, 8-11
San Juan 11, 1-45.

Las diferentes lecturas de este quinto domingo de cuaresma nos hablan de vida, muerte y resurrección. La vida humana está encaminada hacia la resurrección. La muerte no es una escisión en el caminar de la persona, sino que, como dice el filósofo Julián Marías, hace parte del proyecto; es decir, la muerte no trunca el proyecto, posibilita el fin del proyecto. Los invito a ver la realidad de vida-muerte-muerte-vida a través de estos cinco puntos. 

viernes, 28 de marzo de 2014

HOMILIA CUARTO DOMINGO DE CUARESMA CILCO A


CIEGOS: SOLO VEMOS APARIENCIAS… UNA MIRADA QUE CRECE EN PROFUNDIDAD

Por José Raúl Ramírez Valencia  


Primer libro del Samuel 16, 1b.6-7. 10-13ª

San Pablo a Efesios 5, 8-14

San Juan 9, 1-41

La liturgia de este domingo hace referencia a la mirada, la luz, la ceguera, pero a la vez a la mirada distorsionada. Las tres lecturas enfatizan estas realidades. El libro de Samuel dice: “que la mirada de Dios no es como la mirada del hombre, el hombre mira las apariencias, el señor el corazón”. El apóstol Pablo afirma: “En otro tiempo erais tiniebla ahora sois hijos de la luz”; y el evangelio gradualmente revela los niveles de la mirada del ciego al recobrar la vista:  primero ve a Jesús como un hombre, luego como un profeta y, por último como el Hijo del hombre. A partir de esta introducción aproximémonos a la liturgia en estas cuatro dimensiones.

sábado, 22 de marzo de 2014

HOMILIA TERCER DOMINGO DE CUARESMA CICLO A


UN ENCUENTRO QUE SUSCITA UN DESEO MÁS PROFUNDO 

Éxodo 17, 3-7

San Pablo a los Romanos 5, 1-2, 5-8

San Juan 4, 5-42

Dice San Agustín, "Jesús tenía sed de la fe de esa mujer." Nosotros tenemos sed de vida eterna. Si conocieras el don de Dios 


La liturgia de este domingo nos habla del agua, pero más que del agua, los textos hacen referencia a la sed profunda que padece el ser humano. En la primera lectura del libro del Éxodo, el pueblo murmura diciendo: “Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos”. Y en el evangelio, la Samarita, en un comienzo, solo siente la necesidad de saciar su sed física. Un pueblo o una persona que solo desea saciar sus necesidades físicas, pero no siente sed-deseo de otra agua más profunda, permanece insatisfecho.

viernes, 14 de marzo de 2014

HOMILIA SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA CICLO A

LA BELLEZA DE DIOS TAMBIÉN VA UNIDA A LA BELLEZA DE LA CRUZ


Por José Raúl Ramírez Valencia

Génesis 12, 1-4

Segunda Carta del apóstol Pablo a Timoteo 1,8b-10

San Mateo 17, 1-9

 

Una manera de acercarnos a la liturgia de este domingo, donde se lee el evangelio de la transfiguración, es a través de la belleza. Dice el evangelio: “Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz”. Una belleza indescriptible. El cardenal Martini, en el año 2000, escribió una carta pastoral titulada: ¿cuál belleza salvará el mundo?, en ella reflexiono acerca del evangelio de la transfiguración citando a Dostoievski, literato ruso en su novela El Idiota, en la que pone en labios del joven ateo Hippoli la pregunta al príncipe Myskin: “¿Es verdad, príncipe, que dijiste un día que al mundo lo salvará la belleza? Señores  —gritó fuerte dirigiéndose a todos— el príncipe afirma que el mundo será salvado por la belleza”.  Luego argumenta Martini: “el príncipe no responde a la pregunta, igual que un día el Nazareno, ante Pilato, no había respondido más que con su presencia a la pregunta “qué es la verdad”. Parece como si el silencio de Myskin  —que con infinita compasión de amor se encuentra junto al joven que está muriendo de tisis a los dieciocho años— quisiera decir que la belleza que salvará al mundo es el amor que comparte el dolor. La belleza que salvará al mundo no es una belleza seductora, que aleja de la verdadera meta a la que tiende nuestro corazón inquieto: es más bien la belleza tan antigua y tan nueva, la belleza de Dios”.  Si la belleza desde un plano filosófico es lo que agrada, la belleza que agrada al mundo es aquella que asume y comparte el dolor de los otros. Ahora bien, ¿cómo alcanzar a ver y experimentar la belleza que dejó perplejos a Pedro, Juan y Santiago? Propongo cuatro momentos: salir, subir, estar y bajar.  

HOMILIA DE GRADUACIÓN UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE. Marzo 14-2014


IRRESPONSABILIDAD Y MEDIOCRIDAD: DOS FLAGELOS DE NUESTRA SOCIEDAD
Por José Raúl Ramírez Valencia 

Ezequiel 18, 21-28
San Mateo 5, 20-26
Viernes de la primera semana de cuaresma. 

La irresponsabilidad y la mediocridad, dos flagelos, dos virus, dos epidemias, dos lacras... como se quieran llamar. La liturgia de la palabra, tanto en la primera lectura de profeta Ezequiel como el evangelio de san Mateo hacen alusión a estas dos realidades que entorpecen y atrasan a las sociedades, instituciones, familias y personas. Sea dicho de paso, si algo perjudica a una sociedad es la irresponsabilidad y mediocridad de sus profesionales.

sábado, 8 de marzo de 2014

HOMILÍA PRIMER DOMINGO DE CUARESMA CICLO A

LAS TENTACIONES: MENTIRAS DISFRAZADAS DE ESPERANZA

Génesis 2,7-9; 3,1-7
Carta de San Pablo a los Romanos 5, 12-19
San Mateo 4, 1-11

Tanto en la primera lectura como en el evangelio aparecen expresiones similares: «Se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal», «si eres Hijo de Dios, di que estás piedras se conviertan en panes (…); si eres hijo de Dios, tírate abajo (…); y mostrándole todos los reinos y su esplendor le dijo: todo esto te lo daré». En estas cuatro expresiones se presenta un diálogo claro, provocador y desafiante entre el maligno y Jesús, entre el maligno y el hombre. Recordemos que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre y como verdadero hombre asumió todas las tentaciones y debilidades del ser humano. En estas referencias se muestra la tentación como un careo entre lo que somos-queremos-podemos, con el horizonte de Dios, y la propuesta de lo que somos-queremos-podemos sin el horizonte divino.

viernes, 28 de febrero de 2014

HOMILÍA OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

DIOS ES FUNDAMENTO, NO AÑADIDURA

                                                                                                        Por José Raúl Ramírez Valencia. 


Isaías 49, 14-15
Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 4, 1-5
San Mateo 6, 24-34

El tema de este domingo es la confianza en el Padre celestial. Son bien significativas las expresiones de la primera lectura: “Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado. ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvide yo no te olvidaré”. Algunos sistemas filosóficos conciben al ser humano como alguien tirado, arrojado, abandonado; caso concreto, Sartre y Heidegger, cada uno con sus énfasis antropológicos. Nietzsche, Marx y Freud, los llamados maestros de la sospecha, han propugnado la muerte de Dios. Estos maestros, aunque han decantado la idea de Dios, han dejado al hombre huérfano y angustiado, sin ningún horizonte de trascendencia, además de presentar a Dios como enemigo, intruso y usurpador de la libertad del hombre. El papa Juan Pablo II, conocedor de estos pensadores, expresó: “la gran soledad del hombre es no saber que Dios camina a su lado”. Precisamente el espíritu de la liturgia del día de hoy, muestra a un Dios providente, cercano y enamorado del hombre.

viernes, 21 de febrero de 2014

HOMILÍA SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

EN LA SANTIDAD SOBREABUNDA EL BIEN

                                                                                  Por José Raúl Ramírez Valencia 
Levítico 19,1-2.17-18
Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 3,16-23.
San Mateo 5, 38-48

Indiscutiblemente el tema de la liturgia de hoy es la santidad. Pareciera ser que la santidad o al menos la palabra santidad, está devaluada y goza de muy poca publicidad, y en muchos escenarios sociales, es motivo de mofa y de poca atracción. En el mundo secular no se habla de santidad, sino más bien de perfección y de calidad de vida; el llamado a la santidad aparece más bien como algo obsoleto, poco atractivo, mojigatería, sumisión, enajenación y en no pocas mentalidades religiosas, como algo salido de tono o pasado de moda. Una de las causas por la cual la santidad está en desuso es la visión de una santidad enemiga de lo humano. Algunos creen que a mayor santidad menor humanidad, cuando la proporción es distinta: a mayor santidad mayor humanidad. Hoy hay que revindicar la vocación a la santidad como la máxima expresión de realización: la santidad no es enemiga, sino amiga de la persona humana en todas sus dimensiones. 

jueves, 13 de febrero de 2014

HOMILÍA SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

MÁS ALLÁ DE LAS LEYES: LOS PRINCIPIOS Y VALORES
Por Pbro. José Raúl Ramírez Valencia 




Eclesiástico 15, 16-21
Primera Carta de San Pablo a los Corintios, 2,6-10
San Mateo 5,17-37

La primera lectura del libro del Eclesiástico habla de dos opciones: “Ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo quieras; delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja”. Estas dos expresiones -de por cierto bien existenciales- están haciendo referencia a un poder único del ser humano: la libertad. La persona humana tiene en sus manos el gran peso o sobrepeso de las elecciones-decisiones. En algunas ocasiones se culpa a los demás de nuestra desgracia o infelicidad, cuando en realidad somos nosotros los responsables de nuestra situación amarga o gozosa.

viernes, 31 de enero de 2014

LA GRADUACIÓN: ¿MÉRITO O DON?


La primera lectura del libro de la sabiduría inicia con esta expresión, de por cierto muy certera y de gran actualidad. “Se dijeron los impíos razonando equivocadamente acechemos al justo, que nos resulta incómodo, se opone a nuestra acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada.” El impío razona impiamente, el sabio razona sabiamente, el maldadoso razona maldadosamente, se supone que el profesional deberá razonar profesionalmente. La universidad enseña a razonar sensatamente, sabiamente y profesionalmente. Los invito entonces a razonar no viendo la graduación solo desde el mérito, sino también desde el don.

Uno de los grandes problemas del hombre contemporáneo, y por tanto malestar social, es el creer que todo no lo merecemos o pensar que los logros o éxitos los alcanzamos solo con nuestros propios esfuerzos. La pregunta que surge de esta lógica es esta: ¿Merecemos ser graduados? ¿La graduación es sólo fruto de nuestro esfuerzo? El industrial en muchas circunstancias cree que no debe nada a nadie y por tanto no tiene que agradecer, el estudiante en algunas ocasiones piensa que solo alcanzó su título con sus esfuerzos desconociendo a la institución  y a los profesores. Es importante argumentar, que para desarrollar nuestras facultades espirituales: inteligencia y voluntad, necesitamos de los demás, ¿cómo voy a potencializar el lenguaje sin la ayuda de los demás?, ¿cómo voy a buscar lo bueno sin la cooperación de los demás? Sea entonces lo primero en este acto de graduación, agradecer la presencia de la familia, los compañeros, amigos, profesores por la formación recibida, sin ellos, “no merecemos ser graduados”. El no reconocer nada recibido nos vuelve autosuficientes, engreídos, además nos conduce al olvido de los demás y por ende al olvido de Dios. 

Pasemos del mérito al don, incluso suena más elegante y ético decir, hoy recibo el don de la graduación, que decir tengo el mérito de graduarme, esto no son meras palabras, en el fondo subyace toda una antropología. Valga la pregunta ¿yo merezco la vida o al contrario la vida es un don recibido?. Yo merezco que me amen o al contrario el amor es para mí un don, no una obligación, yo merezco la fe o la fe es un don? El don es algo dado, a lo cual yo respondo, pero un don que me involucra e involucra a los demás, el don exige una respuesta. La graduación es un don y privilegio, no un mérito más. 

Solo para que pensemos en el don. ¿Cuantos niños en Colombia tienen la oportunidad de ingresar a la primaria? ¿cuántos niños en Colombia país de la desigualdades tienen la posibilidad de terminar primaria?, ¿de ingresar al bachillerato?, ¿cuántos jóvenes en Colombia país de la desigualdades y supuestamente de las oportunidades tienen la posibilidad ingresar a una Universidad y más aún de graduarse?. Quizás por la falta de recursos económicos, la imposibilidad de un desplazamiento al campus universitario, o porque tienen que trabajar por la familia o no tienen las capacidades académicas. Hay que cambiar el paradigma de la graduación como mérito y privilegio a verla como un don. ¿No será que este don de graduarme en Colombia país de las desigualdades me hace aun más responsable de la lucha por un país más igualitario y con mayores oportunidades? 
La formación humanista que ustedes han recibido en esta Universidad, busca que sus egresados hagan parte de la solución del problema y no de las desigualdades. En este país de las desigualdades el don de ser profesional se vuelve don para los demás.

Pero demos un paso más, la graduación es don. El don exige una respuesta a algo que se le está entregando. La Universidad hoy les entrega el título, los acredita como profesionales, pero ante este don ustedes deben ser responsables. ¿De qué vale tener un don, un reconocimiento si lo malogro? El don exige cuidado, hoy son ustedes profesionales, pero ¿cómo no cuidar la profesión y cómo cuidar la profesión?; la mejor manera de cuidarla es siendo éticos con la profesión. El don también manifiesta confianza, yo doy algo alguien porque confió en él, con el don me siento reconocido, agraciado. La Universidad Católica de Oriente confía en ustedes queridos profesionales, como personas de bien, como profesionales, como personas de Iglesia que ven que entre razón y fe no hay oposición, por eso los gradúa, los considera competentes. Ante el don aparece el desafío, ser profesional es un desafío, recibir un don es un desafío y el desafío está por delante, la sociedad espera, los desafía a ustedes a que sean buenos profesionales. Por último, recuerden siempre que el impío razona impíamente, mientras el sabio razona sabiamente, razonar desde el don de ser profesionales y no solo desde el merezco ser profesional.

Homilía pronunciada en la eucaristía de graduación en la Universidad Católica de Oriente. Septiembre 2010